Toda persona tiene una "innata necesidad de Dios"
"Jesús -continuó- quiere llevarnos, como la Samaritana, a profesar nuestra fe en El con fuerza para que podamos anunciar y testimoniar a nuestros hermanos la alegría del encuentro con El y las maravillas que su amor realiza en nuestra vida".
La liturgia de este domingo, afirmó el Papa, "nos estimula a examinar cómo es nuestra relación con Jesús, a buscar su rostro sin cansarnos. Esto es indispensable para que podáis seguir, en el nuevo contexto cultural y social - dijo dirigiéndose a los parroquianos- la obra de evangelización y de educación humana y cristiana desarrollada desde hace más de un siglo por esta parroquia".
"Abrid cada vez más vuestro corazón -añadió- a una acción pastoral misionera, que impulse a cada cristiano a encontrar a las personas -en particular a los jóvenes y a las familias- en el lugar donde viven, trabajan, pasan el tiempo libre, para anunciarles el amor misericordioso de Dios! (...) Os animo a perseverar -terminó- en el compromiso educativo, que constituye el carisma típico de toda parroquia salesiana".
Durante el encuentro posterior a la misa, el Papa volvió a evocar el Evangelio de la Samaritana. Esta mujer "podría ser -dijo- una representante del hombre moderno, de la vida moderna. Había tenido cinco maridos y convive con otro hombre. Hacía un amplio uso de su libertad y sin embargo, no era más libre sino más vacía. Pero esta mujer tenía un vivo deseo de encontrar la felicidad, la verdadera alegría". En este sentido, el Papa exhortó a los fieles a continuar con su "compromiso pastoral y misionero, con vuestro dinamismo -dijo- para ayudar a las personas de hoy a encontrar la verdadera libertad y la verdadera alegría".
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