20.4.08

Apostolado

Una de las frases de nuestro Padre más repetidas: "no se puede separar en Cristo su ser hombre de su ser Redentor".

Somos otros Cristos, que tenemos que llevar a cabo la Redención.

Corredentores: primero, con nosotros mismos y, después, con los demás.

Pedir a Dios una auténtica inquietud apostólica: hacer eficaz la Redención. Somos corredentores.

'Me duelen las almas'. La inquietud de nuestro Padre, que se agarraba la cabeza y decía 'no entiendo cómo no me estalla la cabeza y el corazón'.

Meditar la profundidad que tiene nuestro apostolado.

Mc 3. La elección de los apóstoles. Todo cristiano es apóstol. Dios a algunos pide cosas más especiales, son elegidos para ser fermento e ir por delante.

"Para que estuvieran con el y enviarlos a predicar". Aquí está el orden de la elección.

La clave del apostolado: estar con Dios, ser contemplativos, vivir en oración continua, tener una necesidad profunda de la misa y la comunión.

"Llevarle a Él". Hacemos su apostolado.

Necesitamos “estar con Él”.

Nos llegan imputs continuamente para que hagamos más... Lo primero que tenemos que hacer es intensificar la vida interior, cuidar la calidad de nuestra vida de piedad.

En una visita de San Josemaría a Argentina pidió un número grande de vocaciones. Les dijo que llegarían si todos los de cr se proponían hacer todas las Normas en el oratorio. Lo hicieron y llegaron las vocaciones.

“Yo soy la luz del mundo, vosotros sois la luz del mundo”, es la única vez en el Evangelio que Jesús dice que somos lo mismo nosotros y Él.

Una persona que no rece, que es poco piadosa, es poco apostólica, aunque tenga muchos amigos. Es como una lámpara bonita, sin cable.

“No se enciende una luz para ponerse debajo del celemín”.

No nos tienen que perseguir para que seamos apostólicos. No nos pueden obligar... Si uno se siente obligado es que no se mueve en el escenario del amor de Dios.

Todos podemos hacer mucho apostolado.

Somos instrumentos. "Qué bien me vino lo que Vd. me dijo". Y aquella persona entiende exactamente lo que Dios quiere, a pesar de nuestras palabras. Dios hace captar los matices.

Pedir a Dios que tengamos explicaderas y, los demás, entendederas.

La multiplicación de los panes y los peces. Mt. "Estamos en un descampado... Despide a la gente que vayan a comer... No hace falta que se vayan. Dadles con vosotros de comer... (sentido del humor de Jesús)...". Se cumple literalmente el darles ellos de comer. En sus manos se multiplican los panes y los peces.

A nosotros nos dice: "decídselo vosotros"... lo que Cristo nos dice en nuestra oración.

El apostolado es ponernos a los pies de Jesús sin reservarnos nada.

Es la manifestación exacta, adecuada, necesaria, de la vida interior. Cuando se paladea la vida interior se siente el peso de las almas.

(Cfr. ECQP 122).

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