20.4.08

Trabajo

Jesús, hijo del artesano.

La devoción a San José forma parte del carisma fundacional (Don Álvaro).

Desde que Cristo trabajó, el trabajo es otra cosa. Antes, participación en la Creación. Después, la Creación se hace hostil. El trabajo cansa.

Desde que Jesús trabaja, el trabajo es otra cosa.

Jesús da la posibilidad de que el trabajo sea redentor, porque toda la vida de Cristo es redención.

Dios iluminó a nuestro Padre para comunicar esta novedad.

Meditar en nuestra santidad, gloria a Dios y corredención con el trabajo.

Santificar el trabajo.

Descubrir la grandeza de nuestra vida trabajando, por lo que podemos hacer. Verlo desde un plano sobrenatural: lo que Dios pide a cada uno en su trabajo.

Meditar cómo influye en mi vida y en el mundo. Algún chispazo Dios nos dará.

Santificar el trabajo, es elevarlo al orden de la gracia. Haciéndolo en gracia. Admite grados. Cuanta mayor gracia tengamos, más se santifica el trabajo, más santo, más obra de Dios. Unimos cielo y tierra.

Presupuesto: estar en gracia de Dios.

Salir al trabajo enfadado, maltratar a la gente... ¡¡trunca la santificación del trabajo!!

Renovar el ofrecimiento de obras en el trabajo, acompañándolos de actos de contrición...

Es una desgracia lo que ocurre en muchos desayunos... Es una desgracia ir a trabajar con esa espina...

Que el trabajo es mortificante, esto es otro tema...

Santificar el trabajo es pedir perdón cada vez que advertimos una falta.

El trabajo humano contribuye a ordenar cristianamente las realidades temporales. Hacemos el mundo santo. El Rey Midas.

Santificarnos en el trabajo. Nos santificamos nosotros también. ¿En qué consiste? Convertirlo en oración.

Es un don. No es fácil. El propio trabajo es oración. Hablo con Dios con lo que hago, y Dios me habla en lo que hago.

No es el ora et labora benedictino. Es ora en el trabajo.

Pedir el don de la oración en el trabajo.

Uno no se comunica sólo con palabras. Las cosas más importantes de la vida no se comunican con palabras. Hay un modo de comunicar con Dios que es el trabajo.

El trabajo bien acabado es un modo que tenemos las criaturas de hablar con Dios.

No hay tareas de poco relieve.

En 04/95 Juan Pablo II, en el discurso al Univ dijo: “Dios habla en el trabajo. Y el trabajo diario contiene el léxico de nuestra respuesta”.

El trabajo es otra cosa.

Santificar con el trabajo. Obra redentora. Llegar a los demás por la comunión de los santos. Redimimos desde el cansancio del trabajo y la fatiga.

7/6/75 “No podemos más que estar en un sitio. Ayudamos con nuestro trabajo a la labor en todo el mundo. Ayudamos a la iglesia purgante y ayudamos a Dios con la iglesia triunfante y ayudamos a caminar a la iglesia militante”.

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