6.1.08

Unidad de vida

- Textos de la Sagrada Escritura:

- “Ningún criado puede servir a dos señores, porque o tendrá aversión a uno y amor al otro, o prestará su adhesión al primero y menospreciará al segundo: no podéis servir a Dios y a las riquezas” (Lc 16, 13).

- “En todo nos acreditamos como ministros de Dios” (2 Cor 6, 4).

- El Concilio Vaticano II denunciaba uno de los problemas de los cristianos de nuestro tiempo: la falta de unidad de vida. Muchas personas separan en su vida por un lado la piedad, la vida interior, y por otro la vida social, la vida real; muchas personas han desligado su vida ordinaria –trabajo, familia, descanso, etc.– de la fe, como si esas realidades no tuvieran que ver con Dios.

Muchas personas han “reducido” su relación con Dios a unos pocos momentos aislados, que nada tienen que ver con su vida real (estudio, amigos, deporte y diversiones, familia, música, idiomas, etc.).

- Unidad de vida es ser enteramente de Dios. Ser mujer del Opus Dei veinticuatro horas al día y en todos los ambientes, no a ratos o según donde esté, o con quién esté.

Camino, 2 “Ojalá fuera tal tu compostura y tu conversación que todos pudieran decir al verte o al oírte hablar: éste lee la vida de Jesucristo”.

Conocía yo a un sacerdote joven –ya soy viejo, y he conocido a mucha gente– que, allá por los comienzos de los años treinta, mientras daba la Comunión a unas monjas de clausura, iba repitiendo al Señor, sin ruido de palabras: Señor, te amo más que éstas. Y, allá en su interior, con una locución divina que por fuera no se oía, escuchó: obras son amores y no buenas razones. Aquel pobre sacerdote se quedó petrificado, y desde entonces comprendió la importancia fundamental de la unidad de vida: que en todo momento la conducta se acomode a la doctrina de Cristo (De nuestro Padre, 23.XI.1966. Obras 1987, 349).

- Tenemos un ideal: ser santos. Ese ideal informa toda nuestra vida, ahora y cuando tengamos 80 años. No sé qué será de mi, dónde estaré dentro de diez años… pero esté donde esté, lo que quiero es ser santo.

- Unidad de vida es ser cristo que pasa para los demás, ser mujeres de Dios, mujeres de una pieza. Marta y María al mismo tiempo: hacer del trabajo oración.

- Forja, 738 “Nunca compartiré la opinión — aunque la respeto— de los que separan la oración de la vida activa, como si fueran incompatibles. Los hijos de Dios hemos de ser contemplativos: personas que, en medio del fragor de la muchedumbre, sabemos encontrar el silencio del alma en coloquio permanente con el Señor: y mirarle como se mira a un Padre, como se mira a un Amigo, al que se quiere con locura”.

- El nervio de la unidad de la vida es la presencia de Dios.

- Mercedes Morado recuerda que, estando trabajando una mañana en la sala de sesiones, de pronto, entre un asunto y otro, el Padre les comenta: -Yo, hijas, en ese rato que llevo aquí con vosotras, ya he acudido con mi corazón muchas veces al Señor, para pedirle gracias, luces, ayudas… y también para pedirle perdón. Lo hago de modo habitual. Me gustaría acompañar al Señor, físicamente, estando muchos ratos en el oratorio. Pero no puedo hacerlo tanto como quisiera, porque he de trabajar. Sin embargo, desde el cuarto de don Álvaro, que es donde trabajo casi siempre, voy y vengo, con la imaginación, hasta el sagrario… y allí, con el deseo, saludo y acompaño al Señor". Y al decir se toca la frente con el dedo índice, y describe un itinerario en el aire, como indicando un trayecto mental. HVT 175

- Somos de una pieza porque es Dios quien me está mirando siempre. Actúo bajo la mirada de Dios. No tenemos varias caras. Somos una única persona siempre estemos donde estemos y nos vea quien nos vea. Si la imagen que tienen de nosotros nuestros padres, nuestras profesoras y nuestras amigas de nosotros es distinta falla la unidad de vida. Sería muy curioso que tuviéramos siete caras.

- Anécdota del estudio sobre la relación que hay entre la luz y la productividad de unos trabajadores en una fábrica. Conclusión del estudio: la gente trabaja más cuando se le controla.

- Hacemos todo por amor a Dios y con mucho amor de Dios. Es muy importante –y muy bonito- “descubrir” que a Dios le interesa toda tu vida. No hay nada de tu existencia que quede al margen de tu vocación de hijo de Dios. Todo tiene que ver con tu santidad.

- Estés donde estés, y estés con quien estés (y hagas lo que hagas), tú eres hijo de Dios, cristiano, y tu Padre Dios te ve en todo momento. A menudo, esta verdad tan sencilla y tan fundamental, se nos olvida.

- Faltas de unidad de vida, de coherencia: en el trabajo cuando no está el jefe.

- Unidad de vida y coherencia con la entrega. Nuestro estilo de vida, por la vocación, no será siempre en todo igual que el de todos nuestros iguales. Naturalidad y medidas de prudencia. Somos iguales a los demás, pero no siempre podemos ni queremos hacer lo que hacen los demás. Y eso no es falta de secularidad.

- Alrededor de una mujer del Opus Dei ha de cundir ejemplo de vida cristiana. Todo nuestro comportamiento debe tener la garra de una persona del Opus Dei.

- Tener unidad de vida es vivir con “naturalidad” nuestra condición de cristianos. Que tus amigos sepan que intentas amar a Dios, llevar una vida limpia, estudiar con seriedad, que haces oración, etc. No tengas miedo de que se note, ni lo ocultes: es la mejor manera de ayudarles, con tu buen ejemplo.

- Ser auténticos es lo que nos hace atractivos: porque somos veraces. Actuamos conforme a lo que pensamos, no mostramos una imagen distinta de lo que somos o de lo que hacemos.

- Para vivir la unidad de vida, ser el mismo siempre, es imprescindible ser sinceros, preguntarse con valentía, yo, ¿qué busco, qué quiero, qué me mueve? Una intención recta en estado puro no la tiene nadie. Es fácil que busquemos cosas que no son la santidad, que no es agradar a Dios, incluso haciendo cosas buenas –incluso haciendo apostolado: me monto un plan genial para pasarlo bien yo; o con apariencia de vivir la fraternidad: busco el trato con fulanita, pero en realidad no es por ayudarla, sino porque me cae bien, me lo paso bien, me gusta estar con ella…; hago cosas buenas para quedar bien delante de la d, para que no piensen mal de mi…- Es muy importante hacer examen. También porque así nos vamos conociendo.