6.1.08

Vida de fe

La fe es confianza en Dios, que lo puede todo.

"La primera cosa necesaria al cristiano es la fe, sin la cual nadie puede llamarse fiel cristiano. La fe proporciona cuatro bienes:

Primero. Por la fe, el alma se une a Dios.

Segundo. Por la fe se incoa en nosotros la vida eterna, pues la vida eterna no es otra cosa que conocer a Dios. Dice el Señor "Esto es la vida eterna, que te conozcan a ti, único Dios verdadero (Jn, 17, 3)".

Tercero. La fe dirige la vida presente. Para que el hombre viva bien ha de tener los conocimientos necesarios para vivir bien.

Cuarto. Con la fe venceremos las tentaciones. "Los santos por medio de la fe vecieron reinos" (Hb 11, 31). Toda tentación procede del diablo, del mundo o de la carne. El diablo te tienta para que no obedezcas a Dios, ni te sometas a Él. Tentación que la fe elimina, pues por la fe conocemos que Él es Señor de todos, y que por tanto hay que obedecerle. El mundo tienta o incitando con la prosperidad o amedrentando con las dificultades. Lo vencemos por medio de la fe, que nos hace creer en otra vida mejor que esta: por esto despreciamos la prosperidad de este mundo y no tememos las dificultades: "La victoria que vence al mundo es nuestra fe" (1 Jn 5, 4) (Santo Tomás de Aquino).

Cuando el Padre llegó a Guatemala (enero 2000), al entrar en el ctr pasó a la ao. Allí, una nax le dijo que tenía un vestido de niño, de su hermana, que estaba casada desde hacía 7 años pero que no podía tener hijos. Su hermana le había dicho que si el Padre le bendecía el vestidito, seguro que tendría un hijo. El Padre contestó: Yo soy un pobre hombre, pero por su fe se le concederá. Y bendijo el vestido. Y, al cabo de una semana, la hermana de la nax estaba embarazada.

D. Justo Mullor nació en 1933, en Enix, un pueblecito a 40 unos km. de Almería. Se ordenó sacerdote en 1954 y ha sido Nuncio Apostólico en muchos países: Costa de Marfil, Lituania, México... y el Papa le nombró ahora (I-II.2000) Director de la Escuela Diplomática Vaticana. Cuando hace unos años estuvimos con él de tertulia en Cavabianca nos contó cómo antes de ser nombrado Nuncio de Lituania, sin saber nada de este nombramiento, pensó decirle al Papa que había decidido dejar de ser Nuncio para dedicarse a cuidar a su madre que estaba muy mayor y enferma. El Papa le recibió y le comunicó el nombramiento, que D. Justo no esperaba. Entonces le comentó lo que había decidido, sobre todo por la salud de su madre. El Papa le respondió: -"¿Ése es el problema? Vamos a rezar ahora un Avemaría los dos". Rezaron, con mucha piedad e intensidad, y al terminar le dijo el Papa. -"Ya está solucionado, ¿hay otro problema?". Y su madre, efectivamente, mejoró de lo que tenía.

I. Una fe sin obras es una fe muerta

Anécdota que contó D. Eduardo Ulloa en el crt; el muchacho que tenía grandes dudas de fe. El Dr. Joaquín Francés lo conoció y en la primera conversación le dijo, “mira arrodíllate y te confiesas”. Se acabaron las dudas de fe, porque era una de esas personas buenas que andan por el mundo buscando una moral que se acomode a su conducta desviada, y como no la encuentran sufren enormemente en su interior, porque tienen conciencia.

El que no vive como piensa, acaba pensando como vive”.

II. Nuestra fe informa nuestra vida

Se tiene que notar que somos cristianos.

Un cristiano que estudia, se divierte, está con sus amigos…. se distingue de un pagano que estudia, se divierte, está con sus amigos.

El bonus odor Christi.

S que va a Suecia a un congreso de su especialidad y le preguntan si es del Opus Dei.

Fe y soberbia son incompatibles

El Padre recordaba algunos de los pensamientos que le habían pasado por la cabeza a raíz de la muerte de don Juan Jiménez Vargas (29-IV-1997). Nos contó una anécdota que muestra la valía humana y sobrenatural de don Juan. Hace años a un agd le tuvieron que hacer una operación muy seria; antes de esta intervención pidió al d de su ctr hablar con don Juan, que en cuanto supo del deseo de este hermano nuestro fue a verle a la Clínica. Cuando llegó, el agd le dijo al d que no importaba que estuviera presente en la conversación. Le preguntó a don Juan: ¿para seguirle a nuestro Padre en los primeros años de la Obra hacía falta mucha fe?, don Juan sin dudarlo un instante le respondió: "¡No!, porque se veía". Se veía su fe en Dios, su fe en la Obra, y nos decía el Padre que para que también nosotros lleguemos a ser hombres de fe tenemos que pisotear nuestro yo. (Del Padre, no literal, Tertulia 8-V-1997)

III. No somos cristianos durmientes

Dios necesita un puñado de hombres valientes y decididos que estén dispuestos a cambiar la sociedad y transformarla en una sociedad cristiana. Y entre esos hombres estás tú.

Soñad y os quedaréis cortos

Ante la cara de asombro de las tres de Casa cuando nuestro Padre les puso delante todo lo que harían las mujeres del Opus Dei, nuestro Padre les dice: "Ante esto se pueden tener dos reacciones. Una; la de pensar que es algo muy bonito pero quimérico, irrealizable. Y otra; de confianza en el Señor que, si nos ha pedido todo esto, nos ayudará a sacarlo adelante... Espero que tengáis la segunda reacción". El hombre de VT, pág. 58

Camino 1.

Vibración, lucha, afán de santidad, deseos de formarse. La higuera estéril. Jesús la maldice. No da fruto (y no es época de recoger frutos cuando pasa Jesús delante de ella). El personaje de la parábola que esconde el talento es condenado, porque en su vida no hay fruto.

Somos la esperanza de la Iglesia: nuestros amigos esperan de nosotros un testimonio de vida coherente, alguien que les señale el camino hacia el Cielo. La gente busca la Verdad. Y la busca en nosotros.

¿Cómo crece la virtud de la fe? Pidiéndosela a Dios, rezando (vida de piedad) y formándose muy bien.