Trabajar cansados
1. La vida del hombre sobre la tierra es milicia.
"Que la vida del hombre sobre la tierra es milicia, lo dijo Job hace muchos siglos. Todavía hay comodones que no se han enterado".
"El camino del cristiano, el de cualquier hombre, no es fácil. Ciertamente, en determinadas épocas, parece que todo se cumple según nuestras previsiones; pero esto habitualmente dura poco. Vivir es enfrentarse con dificultades, sentir en el corazón alegrías y sinsabores; y en esta fragua el hombre puede adquirir fortaleza, paciencia, magnanimidad, serenidad".
2. Las batallas las ganan los soldados cansados con el aliento de sus jefes.
3. El que quiera ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz de cada día y que me siga.
"Acostúmbrate a decir que no" (Camino, 5).
4. Jesús se cansó muchas veces. El encuentro con la samaritana en el pozo de Jacob camino de Sicar. El milagro de la tempestad calmada. Iba dormido en una barquicuela de pesca.
Pedir a Jesús una virtud humana imprescindible: la fortaleza. Ningún ideal se hace realidad sin esfuerzo.
"Es fuerte el que persevera en el cumplimiento de lo que entiende que debe hacer, según su conciencia; el que no mide el valor de una tarea exclusivamente por los beneficios que recibe, sino por el servicio que presta a los demás. El fuerte, a veces, sufre, pero resiste; llora quizá, pero se bebe sus lágrimas. Cuando la contradicción arrecia, no se dobla".
5. "Me preguntas: ¿por qué esa Cruz de palo? Y copio de una carta: "Al levantar la vista del microscopio la mirada va a tropezar con la Cruz negra y vacía. Esta Cruz sin Crucificado es un símbolo. Tiene una significación que los demás no verán. Y el que, cansado, estaba a punto de abandonar la tarea, vuelve a acercar los ojos al ocular y sigue trabajando: porque la Cruz solitaria está pidiendo unas espaldas que carguen con ella" (Camino, 277).
El cansancio nunca es una buena excusa para dejar de cumplir con nuestras obligaciones. Al contrario, el cansancio tiene que ser como un estímulo, un reto, un desafío para trabajar con más intensidad.
La grandeza de una persona (la magnanimidad, la fortaleza, el dominio interior que posee... en definitiva, sus virtudes...) se muestran cuando se enfrenta con las dificultades.
"No dejes tu trabajo para mañana" (Camino, 15).
Con orden se llega a todo, o a casi todo, o por lo menos a más que con el desorden. El cansancio muchas veces es una consecuencia del desorden.
"Voluntad. Energía. Ejemplo. Lo que hay que hacer, se hace... Sin vacilar... Sin miramientos...
Sin esto, ni Cisneros hubiera sido Cisneros; ni Teresa de Ahumada, Santa Teresa...; ni Iñigo de Loyola, San Ignacio... ¡Dios y audacia! "Regnare Christum volumus!" (Camino, 11).
En esta vida llega mucho más lejos -en todos los ámbitos- el que vence habitualmente la pereza y la comodidad y cumple con sus obligaciones (a pesar del cansancio o de los estados de ánimo), que personas de grandes talentos y altas capacidades, pero a las que les puede la flojera.
El que va despacio, va cómodo y llega lejos.
Hace unos días hablaba con un chico que ha sacado unas notas espectaculares. No es especialmente inteligente. El año pasado suspendía, y llegó a estar en peligro de repetir curso.
- ¿Cómo has conseguido esas notas? Le pregunté.
- Muy fácil -me contestó. Pero cuesta mucho. Cada mañana me he levantado a las 6.00. Me tomaba un gazpachito para despejarme y un trago de isostar, pensando que esto también es un deporte y me ponía a estudiar. Sólo he fallado un par de días.