6.1.08

Vida de fe

Vida de fe


I. Una fe sin obras es una fe muerta

Anécdota que contó D. Eduardo Ulloa en el crt; el muchacho que tenía grandes dudas de fe. El Dr. Joaquín Francés lo conoció y en la primera conversación le dijo, “mira arrodíllate y te confiesas”. Se acabaron las dudas de fe, porque era una de esas personas buenas que andan por el mundo buscando una moral que se acomode a su conducta desviada, y, como no la encuentran, sufren enormemente en su interior, porque tienen conciencia, y la conciencia remuerde.

El que no vive como piensa, acaba pensando como vive”.

II. Nuestra fe informa nuestra vida

Se tiene que notar que somos cristianos.

Un cristiano que estudia, se divierte, está con sus amigos…. se distingue de un pagano que estudia, se divierte, está con sus amigos.

El bonus olor Christi.

S que va a Suecia a un congreso de su especialidad y le preguntan si es del Opus Dei.

III. No somos cristianos durmientes

Dios necesita un puñado de hombres valientes y decididos que estén dispuestos a cambiar la sociedad y transformarla en una sociedad cristiana. Y entre esos hombres estás tú.

Camino 1.

Vibración, lucha, afán de santidad, deseos de formarse. La higuera estéril. Jesús la maldice. No da fruto (y no es época de recoger frutos cuando pasa Jesús delante de ella). El personaje de la parábola que esconde el talento es condenado, porque en su vida no hay fruto.

Somos la esperanza de la Iglesia: nuestros amigos esperan de nosotros un testimonio de vida coherente, alguien que les señale el camino hacia el Cielo. La gente busca la Verdad. Y la busca en nosotros.

¿Cómo crece la virtud de la fe? Pidiéndosela a Dios, rezando (vida de piedad) y formándose muy bien.