I. Un día en la vida de nuestro Señor: Mc 1, 35-39.
Después de una jornada agotadora de trabajo, el Señor se levanta muy temprano para rezar. En muchos lugares del Nuevo Testamento se nos cuenta cómo rezaba Jesús cada día.
San Marcos dice que Jesús rezó “a solas” en tres momentos:
- al comienzo de su ministerio público (v. 35)
- en el centro de su actividad (6, 46)
- al final de su vida, en Getsemaní (14, 32).
II. Un día en la vida de Juan Pablo II.
Se levantaba y hacía una hora de oración en su capilla privada, antes de celebrar la Santa Misa.
Anécdota en México. Las monjas se levantaron muy temprano para preparar el oratorio: se encontraron a Juan Pablo II rezando.
Anécdota de la “llamada urgente” en pleno vuelo del Presidente de USA.
III. Un día en tu vida. ¿Dónde está Dios? ¿Cuáles son las cosas a las que das importancia en tu día? ¿A qué dedicas la mayor parte de tu tiempo?
San Josemaría decía que la Santa Misa es el centro y la raíz de la vida cristiana.
“Quien hace un cuarto de hora de oración al día se salva; el que no, no necesita demonio que le tiente”.
Anécdota de El gozo de la esperanza, p. 29.
Propósito: el plan de vida.
